Una empresa de Manzanares fabrica y restaura locomotoras antiguas

MARE Ingeniería ha construido a escala una réplica de una Baldwin de 1925 para un tren turístico en Andorra (Teruel)

En el polígono industrial de Manzanares también se construyen locomotoras de tren que emulan a las de los antiguos trenes de vapor. La empresa ‘MARE Ingeniería Ferroviaria Alternativa’ ha concluido su primera locomotora fabricada por completo desde cero en sus instalaciones. Ha sido un reto casi artesanal y multidisciplinar que ha requerido de cinco meses de trabajo.

Horas antes de entregar a su cliente esta auténtica joya, el emprendedor manzanareño José Luis Pinilla daba los últimos retoques a la locomotora que ha construido su empresa, una réplica a escala de una Baldwin Locomotive Work de 1925. Su destino es el municipio turolense de Andorra, donde circulará en su museo minero. La máquina de vapor americana original transportaba carbón. La nueva llevará un vagón con turistas que recorrerán este parque tecnológico minero que recuerda la actividad vinculada al carbón en esta localidad aragonesa.

Tras muchas mediciones y fotografías de la locomotora y tender original, cuya longitud es de 15 metros frente a los 8 de la réplica construida en Manzanares, la empresa MARE Ingeniería la construyó desde cero, adaptando la máquina al ancho de 75 centímetros de vía estrecha de mina (la original era de 1,60 metros). Aunque en la cabina se simula el fogón de la caldera que utilizaban los trenes de vapor, esta locomotora lleva oculto en el tender (vagón donde iba el carbón) un motor ya que su tracción es diésel hidráulica.

Junto a Pinilla, y durante cinco meses en los que el último ha sido intensivo, han trabajado otras dos personas en la construcción de la locotomora, que también ha requerido de buen número de empresas auxiliares de Manzanares y comarca, desde una fundición para hacer las ruedas de acero, chapistas e incluso un carpintero para la madera que forra el interior de la cabina. “Luego hay que cortar, soldar y montar mucho en un trabajo muy artesanal”, añade el empresario manzanareño, que resalta lo multidisciplinar del proyecto, con mecánica, electricidad, hidráulica, neumática, pintura “y hasta dolores de cabeza”.

MARE ha cuidado todos los detalles. Los materiales utilizados son, fundamentalmente, acero y latón, nada de fibra de vidrio o plástico, sin olvidar la campana, el silbato o tornillos de latón con la cabeza como los de la época. De esta forma, el resultado mantiene la misma estética que la locomotora original.

Una década de trabajo

José Luis Pinilla convirtió hace una década su pasión por los trenes en empresa y creó MARE Ingeniería Ferroviaria Alternativa. Inicialmente diseñó y construyó vehículos ligeros con motor o a pedales (ferrociclo) para aprovechar turísticamente las vías muertas de diferente ancho existentes en nuestro país.

Las vías verdes ganaron la batalla y poco a poco se levantaron muchos kilómetros de vías muertas de ferrocarril. MARE apostó entonces por otras líneas de negocio, como los trenes turísticos, tanto su construcción como restauración y adaptación de trenes de vapor a diésel hidráulicos. Ahora, entre sus clientes están el parque temático de Port Aventura o el conocido tren de Sóller, en Mallorca.

Tras la puesta en marcha del tren del museo minero de Andorra, José Luis Pinilla espera que diferentes administraciones tengan la sensibilidad de recuperar viejas líneas o de aprovechar las posibilidades turísticas de trenes históricos. Mientras tanto, en sus talleres tiene una locomotora alemana de 1922 Orenstein Koppel de vía estrecha, de 17 toneladas de peso, que funcionó en la azucarera de Madrid y que adquirió con la intención de repararla y restaurarla. También cuenta con un vagón y un bastidor de 14 metros con la pretensión de convertirlos en restaurante o en casa rural, según demande el mercado.