El concejal de Seguridad Ciudadana y de Sanidad, Juan López de Pablo, agradece el ejemplar comportamiento de la mayoría de la población y confirma la suspensión temporal de la zona azul
En unos días de intenso trabajo en su doble condición de profesional sanitario y de concejal de Seguridad Ciudadana y de Sanidad, Juan López de Pablo ha agradecido el comportamiento ejemplar de la gran mayoría de la población de Manzanares durante el estado de alarma por el COVID-19. El edil también ha confirmado que desde este lunes se ha suspendido temporalmente el estacionamiento regulado con zona azul.
Como ya anunció el Ayuntamiento de Manzanares durante el fin de semana, la zona azul ha quedado suspendida. Juan López de Pablo explicó que desde el lunes 23 queda sin efecto la zona azul hasta que finalice el estado de alarma en nuestro país. El consistorio aceptó la solicitud de suspensión del contrato que realizó la empresa adjudicataria del servicio de estacionamiento regulado. Esta suspensión, según aclaró el edil, no dependía en exclusiva del Ayuntamiento ya que de por medio existe un contrato y este tipo de servicios no habían quedado cerrados con el Real Decreto de estado de alarma.
Por otro lado, en materia de Policía Local y Protección Civil, López de Pablo indicó que “las cosas están funcionando bien”, actuando de manera coordinada con la Guardia Civil. Desde la jefatura de Policía Local se proporciona información telefónica a la ciudadanía para aclarar dudas respecto a las medidas del Real Decreto de estado de alarma. Por otro lado, las patrullas velan por el cumplimiento del mismo, tanto en el tránsito de personas como de vehículos. Por su parte, Protección Civil se dedica estos días fundamentalmente a labores informativas por megafonía.
Aunque durante la primera semana hubo más de una veintena de propuestas de sanción por incumplimiento de las medidas, el concejal de Seguridad Ciudadana resaltó este lunes que la población está cumpliendo muy bien en líneas generales. “Es muy importante apelar a la disciplina, al sacrificio y a la paciencia de la gente en unas circunstancias que nunca hemos vivido, que son raras y desagradables, que es difícil mantenerse en casa, pero en Manzanares la mayoría de la población cumple perfectamente y entiende la gravedad de la situación y la necesidad de que todos colaboremos”, declaró.
Juan López de Pablo precisó que, aunque son pocas, ni la Policía Local ni la Guardia Civil van a tolerar conductas irresponsables “porque ya se sabe lo que se puede y lo que no se puede hacer, y no vamos a permitir picarescas”. En este sentido recordó que quienes no cumplen las medidas “se ponen en peligro ellos mismos y ponen en peligro a toda la población, y hacen inútil el trabajo de tanta gente que está trabajando en combatir este virus”, en alusión a los profesionales sanitarios, fuerzas y cuerpos de seguridad, personal de supermercados, gasolineras “y todos los que trabajan para que salgamos de esto cuanto antes”.
No obstante, el edil recalcó que Manzanares “es todo un ejemplo”, por lo que hizo extensivo el agradecimiento del Ayuntamiento a toda la ciudadanía “por lo bien que están llevando la situación”. También pidió que se sigan las recomendaciones sanitarias “de fuentes oficiales”, que no se compartan ni se crean los bulos “que dañan más que ayudan”, e insistió en la importancia de lavarnos intensamente las manos con agua y jabón así como de mantener la distancia de seguridad de un metro y medio con otras personas.
En este sentido, el concejal de Sanidad resaltó que en los supermercados de Manzanares se están tomando medidas, se proporcionan desinfectantes y guantes, se controla el aforo y la distancia entre clientes. Por ello, dijo que los aplausos de ánimo no solo deben hacerse a los sanitarios o a las fuerzas y cuerpos de seguridad. “También a cajeras, reponedores y todo el personal que por su trabajo también está muy expuesto”.
Como enfermero, López de Pablo reconoció la emoción que para los profesionales sanitarios supone cada tarde a las ocho recibir el aplauso unánime de la ciudadanía y las palabras de ánimo que llegan a los profesionales del hospital ‘Virgen de Altagracia’. “Soy enfermero desde hace 30 años por vocación, son profesiones muy vocacionales y la mejor recompensa es cuando los pacientes se van sanos y todo sale bien”, reconoció. Por ello, en las actuales circunstancias, dijo que esos ánimos se agradecen enormemente “e insuflan una energía extra que hace falta”.