Leticia Garcés: “los hijos no necesitan aprender a portarse bien, sino a gestionarse emocionalmente mejor”

La pedagoga ofreció en la Escuela de Ciudadanía una clase magistral sobre parentalidad positiva y educación emocional

La Escuela de Ciudadanía celebró el viernes la primera sesión del año con una conferencia sobre parentalidad positiva y educación emocional. Bajo el título ‘Infancia bien tratada, adolescencia bien encaminada’, la pedagoga Leticia Garcés Larrea ofreció las principales claves para educar sin miedo y desde la confianza, como herramientas para fomentar las habilidades sociales en estas etapas y prevenir la violencia.

Pedagoga y experta en educación emocional, fundadora del centro de orientación familiar ‘Padres formados’, Leticia Garcés llegaba el pasado viernes a la Escuela de Ciudadanía de Manzanares con la ponencia ‘Infancia bien tratada, adolescencia bien encaminada’. Mismo título que el de su último libro, al que le precede ‘Padres formados hijos educados’, y en el que realiza una propuesta desde la ciencia sobre el desarrollo emocional y cerebral en la infancia y la necesidad de tener un conocimiento al respecto para saber gestionar los conflictos “de manera consciente y adecuada a la edad de nuestros hijos e hijas”.

La autora considera que la educación en la familia está condicionada, aunque no determinada, por la propia infancia de los padres y las madres, y que la salud emocional de los niños y niñas está estrechamente relacionada con el ejercicio de una parentalidad positiva. “No tenemos que educar para que los niños sean felices. Tenemos que educar para que sean maduros, porque cuando un cerebro es maduro tiene más capacidad de generarse bienestar emocional”, apuntaba la pedagoga. “Cuando educas en la parentalidad positiva, te alejas de los extremos, de la sobreprotección, del autoritarismo, te alejas del permisivismo y te vas acercando a un punto medio donde es más fácil entenderse, comprenderse, regularse y relacionarse”

Garcés es impulsora de la campaña de sensibilización ‘Educar sin miedo’ sobre competencias parentales y buenos tratos a la infancia, para la que se crearon diez cortometrajes, algunos de los cuales se proyectaron durante la sesión a modo de ejemplo. Para profundizar en el ejercicio de la parentalidad positiva, la ponente puso el acento en la importancia de escuchar y aprender a comunicarnos mejor con nuestros hijos e hijas, evitar perder la paciencia, rebajar los niveles de estrés y, para ello, añadía, es vital trabajar la gestión emocional: “Se trata de ser padres y madres emocionalmente competentes”.

Castigar no es educar”

Otra de las cuestiones en las que se basa la parentalidad positiva es la de “poner límites que hagan sentir seguro al niño o la niña, alejándonos de los castigos”, y es que, aseguraba Garcés, “castigar no es educar, nadie nos ha podido garantizar que, a través de los castigos, los niños aprendan habilidades comunicativas, sociales, dominio propio, buenas rutinas, todo lo que te permite generar un bienestar emocional”. En este sentido, además de rechazar el castigo, Leticia Garcés también abogaba por “aplazar las recompensas para favorecer el desarrollo del autocontrol, que no sean la forma de obtener un buen comportamiento”.

Educar sin miedo, clave para prevenir la violencia y el suicidio en adolescentes

La pedagoga señalaba que “recurrir al miedo es un error” ya que “no necesitan aprender a obedecer a través del miedo, ni tampoco a portarse bien, sino a gestionarse emocionalmente mejor”. A este respecto, destacaba que “si queremos que nuestros hijos e hijas no dañen a otras personas, no deben ser violentados durante la infancia”. En este punto, subrayaba, encontramos una de las claves para prevenir la violencia en la adolescencia y la edad adulta, de la que derivan los casos de acoso escolar, por ejemplo. “Para que nuestros adolescentes no sufran situaciones de acoso, tanto siendo víctimas como siendo acosadores, necesitamos asentar las bases, crear apegos seguros en la primera infancia, crear vínculos afectivos y, desde luego, utilizar los conflictos como espacios para aprender competencias emocionales”.

Otro de los temas que abordó la ponente a este respecto era la problemática del suicidio, donde Leticia Garcés recalcaba que “no es que quieran morir, sino que quieren dejar de sufrir. Lo que buscan es rebajar la ansiedad, lesionando su cuerpo para soportar un sufrimiento interno”. En este sentido, apuntaba, es imprescindible fomentar el apego seguro, la confianza y la comunicación.

Ante los estudios que señalan que el uso de los móviles en niños y adolescentes puede ser un factor determinante del incremento de suicidios, del aumento de malestar y de las nuevas violencias a las que se ven impuestos los menores; y la apuesta de determinados expertos, que abogan por su prohibición en ciertas edades, la opinión de Leticia Garcés al respecto era tajante: “Limitar, sí, siempre; prohibir, nunca; obligar, tampoco; pero sí limitar el tiempo y supervisar el contenido”.

La educación emocional ¿una asignatura pendiente?

La sesión concluía haciendo énfasis en la importancia de la educación emocional, no solo en la familia, sino también en las aulas, como base para formar una sociedad libre de violencias y mejorar la convivencia y el bienestar de todas las personas. En este sentido, Leticia Garcés ponía en valor los avances que se están llevando a cabo en el ámbito educativo: “Cada vez hay más docentes concienciados, ya empieza a haber programas en muchos centros. Lo que pasa es que no podemos esperar cambios inmediatos. Tenemos que ser pacientes con el tiempo que necesita el cerebro para madurar”.

Sin apoyo de la Diputación

Tras el turno de preguntas del público finalizaba esta última cita de la Escuela de Ciudadanía. Fundada por el periodista Román Orozco en 2008, es una asociación independiente sin ánimo de lucro en cuyas charlas han participado un centenar de prestigiosos ponentes de diferentes ámbitos. Cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Manzanares y con el patrocinio de la Fundación Unicaja. Hasta el curso pasado contó con el apoyo económico de la Diputación Provincial de Ciudad Real, cuyo nuevo gobierno de PP y Vox ha retirado la subvención nominativa que esta asociación venía recibiendo y que recientemente ha sido solicitada por el pleno del Ayuntamiento de Manzanares con los votos a favor del PSOE y del PP. Un aspecto que el presidente de la Escuela, Juanjo Díaz-Portales, también reivindicó: “necesitamos el apoyo de las instituciones, esperamos que se pueda reconducir y se sigan apoyando estas iniciativas altruistas, porque lo contrario es censura”.