Félix Albo ofreció una doble sesión de narración oral en la biblioteca

‘Cuentos de cuentos’, para niños y niñas, e ‘Historias inquietantes’, para público adulto, sorprendieron y emocionaron a partes iguales

Niños y niñas y mayores tuvieron el viernes la oportunidad de disfrutar de la magia de las palabras, de la mano del narrador Félix Albo. El salón de conferencias de la BPM ‘Lope de Vega’ acogió por la tarde la sesión: ‘Cuentos de cuentos’, para público infantil y familiar; y, por la noche para público adulto: ‘Historias inquietantes’. Dos sorprendentes espectáculos de narración oral que no dejaron a nadie indiferente y que lograron emocionar a todos los presentes.

Contador de historias, como él se define, Félix Albo llegaba a Manzanares desde Valencia para ofrecer una tarde plagada de emociones en la Biblioteca Pública Municipal ‘Lope de Vega’. A las 5 y media de la tarde, el salón de actos se llenaba de niños y niñas, acompañados por sus familias, que pudieron disfrutar de la mano del narrador del espectáculo ‘Cuentos de cuentos’, donde Albo dio a conocer al público diferentes álbumes ilustrados, con su particular manera de contar. El objetivo, acercar la lectura a los más pequeños y hacerles pasar un rato agradable junto a sus papás y mamás.

Ante un público entregado y dispuesto a participar activamente de esta sesión, Félix Albo logró conectar desde el primer momento con los niños y niñas. Algo que, reconoce, no siempre es sencillo: “son muy exigentes, hay que tener mucha habilidad e intensidad para mantener la atención durante tanto rato”.

Ya por la noche, en torno a las 20 horas, era el turno de los mayores, que tuvieron oportunidad de conocer las ‘Historias inquietantes’ que Félix Albo tenía preparadas. Un trabajo unipersonal con un sentido del humor más que elaborado y, como él define, “para público adulto y majo”. Cuatro historias independientes entre sí, pero que conforman un mismo ambiente por sus elementos en común: mucho humor, mucha ternura y la palabra “fantasma”.

Con todos estos ingredientes ‘Historias inquietantes’ se convertía en un espectáculo que no era de terror, aunque había momentos en los que el público se sobrecogía. Tampoco de humor, aunque existían momentos de auténtico delirio. Ni siquiera un espectáculo “moñas”, aunque en la mayoría se escondía una historia de amor. Un espectáculo que arrancaba risas, silencios densos y dejaba en más de un momento los pelos de punta.