El Manzanares Fútbol Sala Quesos El Hidalgo cerró la histórica temporada 2020-2021 con una emotiva jornada en la que ofreció la copa de campeones del play off de ascenso a Primera División al patrón, la Corporación municipal y los aficionados que se dieron cita esta sábado en la plaza de la Constitución a pesar de la desapacible tarde de lluvia.
Los actos comenzaron a las siete de la tarde en la ermita de la Vera Cruz. Directiva, jugadores y cuerpo técnico, acompañados de medio centenar de aficionados, ofrecieron la copa al patrón de Manzanares, Nuestro Padre Jesús del Perdón. Asimismo, el presidente, Manuel del Santo, y el capitán Kiki depositaron un ramo de flores junto a la imagen del patrón de Manzanares.
Después tuvo lugar una recepción oficial en el Ayuntamiento. El alcalde de la ciudad, Julián Nieva, subrayó el hito histórico logrado por el club y reiteró el compromiso de presentar el proyecto del nuevo pabellón en un par de meses, con el objetivo de que la nueva infraestructura para el deporte de la localidad se pueda inaugurar en septiembre de 2022.
Manuel del Salto tuvo palabras de agradecimiento para las administraciones que han apoyado al club a lo largo de estas 19 temporadas, en especial para el equipo de Gobierno que dirige Nieva. También para los patrocinadores, con Quesos El Hidalgo a la cabeza, y para los jugadores y entrenadores que han pasado por la entidad desde su fundación el 4 de julio de 2001.
Agradecimiento que reiteró Kiki y Dani Juárez, segundo capitán del equipo, quien dirigió unas bonitas palabras hacia el canterano Fabián, valorando su esfuerzo y compromiso esta temporada, a pesar de no haber disputado apenas minutos con el primer equipo (marcó un gol en Talavera). La plantilla le regaló un balón firmado al alcalde.
Por su parte, el entrenador del Manzanares, Juanlu Alonso, reconoció haber vivido esta temporada el momento más bonito de su carrera deportiva: “Ver las caras de alegría de la gente recompensa todo el esfuerzo realizado”. Al término de la recepción oficial, los jugadores y el cuerpo técnico se dirigieron desde el balcón de la Casa Consistorial a los valientes aficionados que aguardaban en la plaza en mitad de la lluvia y después bajaron para fotografiarse con la copa. Un momento que vivieron con especial emoción los numerosos niños y niñas que se dieron cita.