La concejalía de Políticas de Igualdad organizó esta actividad, en la que participaron 35 mujeres de Manzanares
Manzanares ha celebrado el Día Internacional de las Mujeres Rurales, que se conmemora el 15 de octubre, con una cata de vinos con perspectiva de género. Una actividad que ya se puso en marcha el pasado 8M y que tiene como objetivo derribar prejuicios y estereotipos de género ligados al consumo y conocimiento de este producto.
El 15 de octubre se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales, una fecha que sirve para reconocer la función y contribución decisivas de las mujeres del ámbito rural, en la promoción del desarrollo agrícola y económico, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural. La concejalía de Políticas de Igualdad del Ayuntamiento de Manzanares conmemoró esta efeméride el miércoles en el Gran Teatro con una cata de vinos con perspectiva de género, dirigida por Eva Lobero y Gemma Fernández de +De Vinos.
Tal y como destacó la concejala responsable, Laura Carrillo, que estuvo acompañada por la concejala de Agricultura, Isabel Díaz-Benito, esta actividad tiene como objetivo hacer llegar a las mujeres de la localidad un mundo tradicionalmente masculinizado como es el vino y, al mismo tiempo, derribar los prejuicios en torno a este producto. Una propuesta que ya se puso en marcha con motivo del 8M y que, una vez más ha vuelto a tener muy buena acogida, con 35 mujeres inscritas.
En una fecha como el Día Internacional de las Mujeres Rurales, que viene a reivindicar el papel de la población femenina en nuestro entorno, también es importante recordar que poco a poco se van conquistando espacios, y la industria vitivinícola es uno de ellos, según subrayó Gemma Fernández.
De una manera didáctica, coloquial y alejada de tecnicismos, +De Vinos ofreció una cata amena y distendida, para acercar este producto a las participantes e introducir los conceptos básicos de la enología. Las mujeres que participaron en esta cata tuvieron la oportunidad de degustar cuatro vinos de distintas variedades y zonas geográficas. Comenzando por dos blancos: un vino en rama, sin clarificar ni estabilizar, y un moscatel; para seguir con los tintos: un tempranillo joven y un tempranillo-cabernet sauvignon crianza.